!!! Bienvenido ¡¡¡

Gracias por entrar. Antes de irte, echa un vistazo y comparte con nosotros. Nos interesa conocer todo lo que quieras compartir. ¿Has hecho algún descubrimiento deslumbrante? ¿Una película, un poema, un cuadro, un disco? ¿Una ciudad, un paisaje? Ábrenos una ventana y nos asomaremos.

lunes, 1 de junio de 2015

"El Dorado" por Manuel Vicent


Los conquistadores de Indias oyeron contar a unas tribus indígenas que en algún lugar al norte existía una laguna llena de oro, producto de una ofrenda ritual, que un rey cada año ofrecía a los dioses. Así nació la leyenda de El Dorado. Los conquistadores atravesaron selvas y cordilleras, ríos caudalosos y ciénagas ponzoñosas en busca de ese tesoro sumergido. El Dorado siempre estaba más allá, en otra parte y nunca fue encontrado, pero esa leyenda sirvió de poderoso acicate para despertar nobles sueños del alma humana, no solo la codicia. Como el Santo Grial o la Piedra Filosofal, el mito de El Dorado es una pauta del espíritu, un ideal de pureza y de resurrección. En política El Dorado también existe. Es ese sueño de igualdad, libertad, moral pública y regeneración, que la izquierda cree poder alcanzar. Ahora, unos con la nariz tapada, otros con el empeño juvenil de que cambiar el orden de las cosas, muchos ciudadanos han llegado al pie de las urnas municipales y autonómicas con la ilusión de aquellos conquistadores, que vencieron toda suerte de adversidades atraídos por la leyenda de El Dorado. Ingenuos o resabiados, los votantes de izquierdas que han conseguido colocar a sus líderes en la ruta hacia la laguna de oro, esperan que esta vez el pacto leal entre partidos y plataformas progresistas se sobreponga a la ambición, codicia y egoísmo de los mediocres. En general, para la derecha la política no es sino la proyección de sus intereses privados; en cambio, se supone que para la izquierda la política es un ideal de limpieza moral y de regeneración pública. ¿Qué conquistador será el primero en confundir El Dorado con un caudal a sus expensas en el que se puede meter mano?. No debe volver a pasar. Bastará con que se corrompa un concejal de izquierdas para que se destruya todo un sueño y el Dorado deje de existir una vez más.
Manuel Vicent, diario El País, 31 de mayo de 2015

2 comentarios:

  1. Estoy leyendo a Juan Goytisolo y me está afectando al carácter. Sueño mucho con Marrakech. Ahorita estoy con "Señas de identidad". Siento rarito. Tengo el pálpito de estar en vísperas de algo importante. Pero..., ¿por qué puerta va a salir al ruedo el morlaco? ¿Lo ves?: no me he apeado del impacto Padilla. Y va para cinco años... Y sigo soñando con toros, toreros, Marruecos, castellets, arponeros en tierra, un libro en la Rambla de las Flores, el banco de trencadís, un té en Salterio, la tersa mejilla de Colau... Y Goytisolo que me dice: ¿Cómo has podido ignorarme tanto tiempo, jai? Y yo: Te presentía sin leerte, hermano. Además, creo que te reconozco en aquél bereber que me pelaba los higos chumbos a punta de faca, en el zoco de Septa, junto al foso de los portugueses. 
    El poder de la palabra. Finito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vive cerca de la Plaza Jamaa Fna (no s'e si lo he escrito correctamente), un lugar fascinante. Besos, querido

      Eliminar