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lunes, 3 de noviembre de 2014

"Canadá", de Richard Ford

"Primero contaré lo del atraco que cometieron nuestros padres. Y luego lo de los asesinatos, que vinieron después. El atraco es la parte más importante, ya que nos puso a mi hermana y a mi en las sendas que acabarían tomando nuestras vidas. Nada tendría sentido si no se contase esto antes que nada.

Nuestros padres eran las personas de las que menos se podría pensar que atracarían un banco. No eran gente rara, ni evidentemente criminales. A nadie se le hubiera ocurrido pensar que estaban destinados a acabar como acabaron. Eran personas normales -aunque, claro está, tal afirmación queda invalidada desde el momento mismo en que atracaron el banco.

Mi padre, Bev Parsons, era un chico de campo que nació en Marengo County, Alabama, en 1923, y terminó la secundaria en 1939, loco de ganas de entrar en el Army Air Corps de los Estados Unidos, el cuerpo que luego se convertiría en la Fuerza Aérea. Entró en Demópolis, se formó en Randolph, cerca de San Antonio, donde quiso ser piloto de combate, pero como le faltaban aptitudes tuvo que conformarse con convertirse en oficial de bombardero. Voló en los B- 25, en los Mitchell ligeros y medios que sirvieron en Filipinas, y luego sobre Osaka, donde sembraron la destrucción en la tierra tanto entre el enemigo como entre la gente inocente. Era un hombre alto, de más de un metro ochenta (apenas cabía en la carlinga del bombardero), encantador, guapo y sonriente, de cara grande, cuadrada y expectante y pómulos huesudos, labios sensuales y pestañas atractivas, largas y femeninas. Tenía los dientes blancos y brillantes y un pelo negro corto del que se sentía muy orgulloso, lo mismo que de su nombre: Bev. Capitán Bev Parsons. Nunca admitió que Beberly fuera un nombre de mujer para la mayoría de la gente."

Así arranca Canadá, la última novela de Richard Ford publicada en nuestro país, y que me ha tenido pegada a sus páginas este verano. No he leído mucho estos meses que he estado lejos de Mi casa, pero esta novela me ha dejado muy buen sabor de boca. Ford es uno de los grandes. Os la recomiendo.

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