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jueves, 31 de mayo de 2012

Chumi Chúmez


"Las uvas de la ira", de Steinbeck

"El arrendatario comentó, pensativo:
- Es curioso. Si un hombre tiene una pequeña propiedad, esa propiedad se transforma en él, en una parte de él, y es como él. Si es dueño de una propiedad, aunque solo sea para poder andar por ella, trabajarla, apenarse cuando no marcha bien y estar contento cuando la lluvia caiga sobre ella, esa propiedad es él y, de alguna manera, él es más grande porque la posee. Incluso si las cosas no le van bien él tiene la grandeza que le da su propiedad. Es así.
Y siguió cavilando:
- Pero cuando un hombre tiene una propiedad que no ve, que no puede tocar con los dedos porque le falta tiempo, ni pisar porque no está allí, entonces la propiedad es el hombre. Él no puede ni hacer ni pensar lo que desea. La propiedad se apodera del hombre por ser más fuerte que él. Y él ya no es grande, sino pequeño. Tan solo sus propiedades son grandes y él se convierte en el servidor de sus propiedades. Esto es lo cierto, también."
(...)
"Una gran gota de sol se dilató sobre el horizonte y luego desapareció, y una nube desgarrada, como un trapo ensangrentado, colgó sobre el mismo punto por el que la gota se había diluido. El anochecer se extendió por el cielo desde el este y la oscuridad avanzó sobre la tierra. La estrella de la tarde parpadeó y brilló en el crepúsculo. El gato gris se deslizó hacia el granero abierto y entró en él como una sombra."
(...)
"Tom permaneció de pie, mirando. Madre era pesada, pero no gorda; ancha a fuerza de trabajo y de partos. Llevaba un vestido suelto, sin cinturón, de tela gris, que en un tiempo tuvo un estampado de flores de colores. Ahora, el estampado de flores, a fuerza de lavados, era solo de un gris algo más claro que el fondo. El vestido le llegaba a los tobillos y sus pies descalzos, anchos y fuertes, se movían por el suelo ágilmente y con rapidez. Llevaba el pelo, fino y de color acero, recogido en un moño escaso y ralo en la nuca. Los brazos, fuertes y pecosos, estaban desnudos hasta el codo y sus manos eran rechonchas y delicadas, como las de una niña rolliza. Miró fuera a la luz del sol. Su rostro lleno no era blanco; era un rostro controlado, bondadoso. Sus ojos de avellana parecían haber sufrido todas las tragedias posibles y haber remontado el dolor y el sufrimiento como si se tratara de peldaños, hasta alcanzar una calma superior y una comprensión sobrehumana. Parecía conocer, aceptar y agradecer su posición, la ciudadela de la familia, el lugar fuerte que no podía ser tomado. Y puesto que el viejo Tom y los niños no sabían del dolor o el miedo a menos que ella los reconociese, había intentado negar en ella misma el dolor y el miedo. Y ya que ellos la miraban, cuando pasaba algo jubiloso, para ver si mostraba alegría, se había acostumbrado a poder reír sin tener las condiciones adecuadas. Pero la calma era mejor que la alegría. En la imperturbabilidad se podía confiar. Y desde su posición importante y humilde en la familia había obtenido dignidad y una belleza clara y serena."

Una belleza, eso es esta novela a la que vivo entregada. Absolutamente deslumbrante.


miércoles, 30 de mayo de 2012

Otra primavera en el Botánico


Entre el Paseo de los Olivos y la Glorieta de los Tilos, en la zona nororiental del Jardín Botánico, se encuentra mi rincón predilecto, en el que recalo siempre al concluir mi paseo y con el que abro este comentario. Ya os lo había mostrado en una entrada anterior. Al fondo, el banco donde me siento a leer, a pensar en las musarañas o, simplemente, a sentir el tiempo pasar. En primavera y en verano los enormes árboles que rodean esta pequeña gloriera forman una pantalla que te aisla, y me siento en una suerte de útero fresco y oloroso, un escondite donde nada me alcanza.













En el centro de la glorieta se levanta una escultura representando a una niña con una flor en las manos, obra de Julio López Hernández, sobre un basamento diseñado por el arquitecto Antonio Fernández Alba, que conmemora la integración del Jardín Botánico en la red mundial de "Jardines por la paz". Me distraigo un rato observando el juego de sombras que los árboles proyectan sobre el monumento cuando descubro a una mujer joven durmiendo en un banco próximo, la cabeza apoyada sobre un libro. Qué envidia, poder abandonarse así, confiadamente, adormecerse sintiendo la brisa en la cara, tan lejos de todo.












Paseo sin rumbo, olfateo el aire, me embriagan los olores, la sensualidad de esta primavera. Aquí me siento algo más cerca de la tierra y eso me produce una enorme alegría. En un rincón aún sobreviven, radiantes, unas amapolas, una flor que adoro. El Jardín está casi desierto, solo escucho a los pájaros piar enloquecidos.














Hay una zona  que me gusta especialmente, la dedicada a las plantas aromáticas, que logran crear una burbuja de olores intensísimos. Margaritas de manzanilla, mejorana, toronjil de limón, espliego, romero, tomillo, hierbaluisa, perpetua, chalote, abrótano ... preciosos nombres para estas humildes y fragantes plantas, como la salvia que os muestro bajo estas líneas. Sin que me vean froto en ellas las manos y las huelo. Huele dulce.








"Contigo en la distancia", Lucho Gatica



Adoro los boleros.

martes, 29 de mayo de 2012

"Alguna vez pudimos creer...", por Soledad Gallego Díaz

Alguna vez pudimos creer que este era un país sobrio, escarmentado y serio, que sabía a quién quería parecerse y adónde llegar. Produce opresión comprobar hasta qué extremo algunos representantes de nuestras instituciones han entrado en un mundo de corrupción, unos económica y otros intelectual, capaz de ponerse por montera esas mismas instituciones que integran y de pisotear el respeto que deberían a los ciudadanos con gestos de fanfarronería insoportable. La actitud de los miembros del Consejo General del Poder Judicial es necia, torpe y falta de inteligencia y nos están asombrando con su arrogancia. ¿Siete vocales a favor de que dimita Gómez Benítez, y cinco, de que lo haga Dívar? ¿Dónde se han creído que están? ¿Recuerdan que son los responsables de organizar el Poder Judicial en España?
La mayoría de los ciudadanos de este país son respetables porque cumplen la ley, pagan impuestos y procuran comportarse con consideración con sus vecinos. No deberían dejarse acoquinar ni anestesiar ante lo que ven y padecen. En el campo económico, por ejemplo, no debería existir tampoco discusión sobre la creación de una comisión parlamentaria que investigue lo ocurrido en Bankia.
El Gobierno nos ha exigido que dediquemos a reflotar un banco bastante más dinero del que ha considerado necesario retirar de la sanidad y de la educación. No es demagogia. Es la realidad. Seguramente es necesario destinar unos 19.000 millones como mínimo al saneamiento de Bankia, porque de ello depende la salud del sistema financiero en su conjunto. De acuerdo. Pero que se pretenda hacerlo sin que el Parlamento investigue lo ocurrido es un escándalo, algo que merece la indignación pública.
¿Cómo confiar en que las cuentas de Bankia se van a llevar bien a partir de ahora y en que se recuperará el dinero invertido por los ciudadanos en su reflotamiento? El ministro de Economía asegura con seriedad que ambas cosas están garantizadas, pero la cuestión es que en las cajas que componen Bankia (y en otras muchas entidades) se han cometido anomalías que han repercutido, y están repercutiendo, sobre nuestras vidas. El propio Guindos afirmó en el Congreso que Bankia es “un caso paradigmático” de los errores cometidos por las entidades financieras y que tanto la fusión de Caja Madrid y Bancaja como la salida a Bolsa de la nueva entidad resultante “no fue adecuada”.
Si Bankia es el mejor ejemplo de los “errores” cometidos, ¿por qué no se permite una investigación que aclare lo sucedido, determine si además de errores hubo vulneración de la ley y ayude a establecer pautas para que esos casos no vuelvan a producirse? ¿Pretende alguien que los ciudadanos nos conformemos con el hecho de que ha llegado a la cúpula de la entidad un nuevo equipo y que ese equipo es más profesional? ¿Con la promesa de que el Banco de España y el Ministerio de Economía estarán ahora más atentos y sus análisis serán más finos? ¿En serio?
Insistamos sin miedo. En este país, los servicios públicos, la educación, la sanidad o las pensiones no han tenido nada que ver, absolutamente nada, con la crisis, que ha nacido, se ha alimentado y ha estallado en el mundo financiero. Seguramente es cierto que la educación, la sanidad, las pensiones y la legislación laboral debían ser objeto de profundas reformas que permitieran a la economía española ganar competitividad y eficiencia. Pero una cosa es reformar, y otra, recortar a toda prisa y casi a bulto para que las cuentas cuadren. Si hay que recortar así, es como consecuencia de un agujero creado por los gestores de las inversiones, españolas e internacionales; si no todo ellos, sí al menos en parte. Y está claro que esos gestores volverán a hacer lo mismo si no se les impide. Basta con comprobar lo que sucede en Estados Unidos, donde JP Morgan acaba de destapar un nuevo escándalo (¡cuatro años después de Lehman Brothers!).
Para no sufrir una y otra vez las mismas situaciones, hay que dejar aclarado lo sucedido en España. No es posible salir de esta situación sin una comisión de investigación sobre Bankia. Tampoco sin la dimisión de Carlos Dívar. Digamos no, de ninguna manera, y busquemos la palanca para desatrancar esas puertas, que no tienen que ver con mayorías parlamentarias ni con la oposición, sino con la calidad del hecho de ser ciudadano.

Soledad Gallego Díaz, diario El País, 27 de mayo de 2012.

lunes, 28 de mayo de 2012

"Visiones de la India" en el Thyssen-Bornemisza

Visiones de la India. Pinturas del sur de Asia del San Diego Museum of Art es el nombre de esta extraordinaria exposición, excepcional no solo por la calidad y la belleza de las piezas mostradas sino también por lo improbable que será volver a contar con una muestra semejante de las artes del libro cultivadas en el continente indio desde el siglo XII al XIX. 106 obras entre las que se encuentran manuscritos religiosos iluminados, libros ilustrados de la poesía persa y diferentes álbumes reunidos por coleccionistas, pertenecientes al San Diego Museum of Art.














La muestra comienza con las iluminaciones en textos religiosos, generalmente realizadas sobre hojas de palma. Solían tener formato apaisado y las cubiertas eran dos piezas de madera como las que veis encabezando este comentario. Las piezas expuestas son una belleza. Las que os muestro pertenecen a Nepal y fueron realizadas en 1138. Y sobre estas líneas, a la izquierda, una preciosa pintura característica del arte mongol, El emperador Shah Jahan en el trono del Pavo Real, realizada en 1640. Como podéis ver, el emperador aparece representado con un halo, lo que significa que está impregnado con la luz de Alá. La leyenda que acompaña la imagen reza: "Sentado en el trono del Pavo Real que él encargó, aparece rodeado de cortesanos, de sus hijos y de un grupo de mujeres con instrumentos de percusión. Vive un momento de gloria. Sin embargo, años después, su cuarto hijo le usurpó el trono, llevándole la cabeza cortada de su primogénito a una cárcel desde la que veía el Taj  Mahal, el monumento funerario que hizo construir para su esposa." A la derecha, retrato ecuestre de Muhammad Shah.





En la cultura cortesana de Irán, sobre todo a partir del siglo XV, era un signo de erudición y riqueza encargar y coleccionar libros ilustrados de poesía, cuentos, enciclopedias y libros científicos. La pintura que veis a la izquierda, de una delicadeza y encanto enormes, es una recreación realizada en el XVIII de una leyenda del XII escrita por el persa Nizamí a partir de un cuento popular beduino. Se trata del romance de Leyli y Majnun: "La familia de Leyli, molesta porque el joven Majnun fuera recitando por las calles poemas de amor, se opuso a que la pareja se casara. Desesperado, Majnun huye al desierto donde su pasión amorosa y su conmovedora poesía atraían a dóciles animales y a viajeros que se acercaban a escucharle. Nunca, hasta la muerte de Leyli, consiguieron encontrarse. Majnun murió rodeado de sus animales. Así pudieron estar juntos." A la derecha, Nushabeh recibe el retrato de Iskandar.












Y termino con otras dos pinturas hermosísimas: Krisna parte por la mitad con su disco al demonio Naraka, realizada en la India entre los años 1585 y 1590, y  El rey Lakadatta regala a un mendigo una naranja rellena de joyas.


domingo, 27 de mayo de 2012

"Amén", por Juan José Millás

"La palabra panceta tiene prohibida la entrada en todos los poemas, igual que la palabra sebo o la expresión lentejas con chorizo. Hay a la entrada de la poesía, como a la entrada de las discotecas, gorilas tatuados que dicen tú sí, tú no, gorilas que no conocen el usted, que tampoco dejarían entrar a la palabra usted en un local de alterne al modo en que en muchos clubes no dejan entrar a los negros o a los asiáticos o a los de Cabezón de la Sal. Por qué yo no, pregunta la palabra rechazada. Es sábado noche y a las palabras les gusta abandonar la frase en la que viven o malviven y echar una canita al aire. Por qué yo no. Tú no por panceta y tú no por sebo y tú no por gilipollas, responde el gorila tatuado, como si la palabra gilipollas fuera boba, que viene a ser lo mismo que pensar que la palabra lista es lista y la palabra baja, baja, y que la expresión reforma laboral significa reforma laboral en lugar de despojo, robo, abuso, usurpación, saqueo, latrocinio, atraco, depredación, asalto, violencia. Violencia, se entiende, laboral y asalto laboral y depredación laboral y atraco laboral y latrocinio laboral y saqueo laboral y usurpación laboral y abuso laboral y robo laboral y despojo laboral. Urge introducir en un poema la expresión reforma laboral, no en un poema lírico, claro, donde para mi gusto encajarían mejor la panceta y el sebo, tampoco en uno de carácter místico, en el que no sobrarían sin embargo las lentejas con chorizo, pero sí en una poesía de denuncia, que es ahora mismo la poesía de las clases amenazadas por los gorilas gubernamentales que pretenden dictar el significado de las palabras. Un poema que quede en la memoria del movimiento obrero y de la insumisión ciudadana y de la lucha sindical, un poema, por Dios, que los retrate y nos retrate para siempre, por los siglos de los siglos, amén."

Juan José Millás, diario El País, 25 de mayo de 2012

Escala social, por LPO

Luis Pérez Ortiz es el responsable de la viñeta.

sábado, 26 de mayo de 2012

Prada presenta... "A Therapy", de Roman Polanski

Los responsables del Festival de Cannes quedaron tan encantados con este corto que aceptaron exhibirlo en el seno de su certamen, pese a ser un trabajo publicitario. Como me entusiasma Prada y el corto me parece magnífico, os lo ofrezco.




El Diccionario biográfico español

Por fin la Real Academia de la Historia, institución prestigiosa donde se reunen sesudos estudiosos, elaboradores de un Diccionario biográfico español que el día de mañana consultarán los interesados en saber quién era, por ejemplo, Rodolfo Martín Villa, o el cardenal Tarancón, ya ha decidido que no modificará la biografía que de Francisco Franco, caudillo de España, azote de masones, herejes, rojos y demás gentes de mal vivir, ha elaborado el medievalista, ex alto cargo del gobierno de Franco y miembro de su Fundación, Luis Suárez. Según este insigne historiador Franco montó un régimen autoritario, no totalitario, esto es, no fue un dictador, y nosotros sin enterarnos.

 Tampoco tiene desperdicio la biografía del militar golpista Carlos Asensio Cabanillas, más tarde jefe de la Casa Militar de Franco. Según su biógrafo, José Martín Brocos Fernández, profesor de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid, tomó parte en "el Glorioso Alzamiento Militar, Salvador de España" y ocupó Almendralejo "donde permaneció normalizando la vida ciudadana". El diario El País nos recuerda que, según el historiador Paul Preston, la normalización consistió en el fusilamiento de más de un millar de personas. "Antes de los fusilamientos, a muchas mujeres las violaron y a otras les raparon la cabeza y les obligaron a beber aceite de ricino."

 Pero ahí no acaba la cosa, me ha encantado lo que el tal diccionario afirma sobre Escrivá de Balaguer: "El 14 de febrero de 1930, mientras celebraba la santa misa, Dios le hizo entender que el Opus Dei estaba dirigido también a las mujeres". ¡Acabáramos!

Solo un dato más: desde 1999 la Real Academia de la Historia ha recibido de los presupuestos del estado 6,4 millones de euros para la elaboración del tal diccionario.

viernes, 25 de mayo de 2012

"Bajo el yelmo de Mambrino", de Luis Chacón

"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor".
- Ese es el fragmento obligado para empezar. Pero tengo otra propuesta: he pensado que podríamos empezar de otra manera sin incumplir las bases.
- ¿Cómo?
- Cambiando el orden de las palabras, pero usando sólo y exclusivamente esas palabras. Ninguna otra. Intentar otra combinación que tenga un sentido mínimo y nos permita arrancar otra historia diferente. En las bases sólo se dice que el relato tiene que empezar con esas palabras y no se especifica que tengan que ir en ese orden.
- Mmm... A ver qué has hecho.
"Ha mucho tiempo que no quiero acordarme de un hidalgo de los de lanza en astillero y adarga antigua, cuyo nombre (rocín flaco, galgo corredor) no vivía en un lugar de la Mancha. Su nombre, enjuto y extravagante, parecía no pertenecer a esas tierras y casi no existía porque la boca de las gentes se llenaba de silencio antes de pronunciarlo. Un nombre que, además de parecer extranjero, resultaba incómodo. Las gentes preferían nombrarle como 'aquel que'."
- Perdona, pero yo diría que es un intento fallido. ¿Cómo vas empezar con ese desmadre? Demasiado forzado. Y no lo van a admitir, ya te lo digo yo. Por cierto, ¿a qué nombre te refieres?
- Había pensado Quix, pero no me gusta. Ya veremos más adelante...
- Vale. Pero reconoce que lo de cambiar el orden no funciona.
- Deja que termine y luego decidimos cómo empezar.
"Su figura sin nombre, achicharrada contra un infinito de cal y hambre, arroja una sombra pobre y quebrada sobre la tierra exhausta..."
- ¿Es tu teléfono o el mío?
- El tuyo. El mío no suena así.
- Luego veo quién es.
- Sigo.
"Los caminos serpentean entre la mies. El vuelo de los insectos, el zumbido de las chicharras... La tarde, cada vez más densa y pesada. Y el silencio sin nombre. Y la sombra quebrada. Y la falta de un destino, que se expresa como fiebre en el horizonte."
- Pero ¿no avanza?
- Avanzar, avanza. Pero si me sigues interrumpiendo, los que no vamos a avanzar somos nosotros.
- Es que necesitamos que la historia avance y sólo disponemos de cuatro páginas.
- De momento, hay caminos.
- Sí. Ya. Pero, ¿qué es un camino, si no hay nadie andando en él?
- Pues, para empezar, un camino es un lugar sin preguntas. Un camino es una respuesta. Aunque no tenga sentido, o no parezca tenerlo.
- Vale, vale. Pero ¿a qué pregunta van a responder esos caminos?
- Pues, si me dejas seguir, responderán, por ejemplo, a cosas como ¿quién puede soportar una existencia sin un nombre que los otros puedan pronunciar? ¿qué le ocurre a un cuerpo flaco encerrado en una armadura bajo el sol hirviente de La Mancha? ¿qué le ocurre a un alma enferma que se funde en ese horno y ante sus ojos sólo tiene un horizonte febril y tembloroso? Y, en esta historia, la respuesta a todas esas preguntas no es Don Quijote, es otro ser legendario, alguien que se muere a lomos de su caballo y a duras penas consigue mantenerse erguido. Pero, así y todo, a pesar de carecer de un discurso mental articulado, todavía sostiene con su actitud un discurso visual, un signo capaz de erigirse como una bandera y representar el papel de una amenaza imaginara que espanta al enemigo. ¿Te suena?
- Vale. Pero recuerda lo que hemos hablado: hay que colocar una historia de amor como sea. Es la fórmula del éxito. Se me ocurre que podría ir esto:
"Oh, Dulcinea, señora de mi alma; día de mi noche, gloria de mis penas..."
- Eso sí que me suena a mí.
- Claro. Del Retablo de Maese Pedro.
- Pero nos habíamos propuesto no repetir nada de El Quijote.
- Eso no está escrito literalmente así en El Quijote. Falla lo editó y ordenó a su manera. No es estrictamente El Quijote. Es algo parecido a lo que tú quieres hacer con el primer párrafo: reorganizar las palabras para construir otra cosa. En cierta medida, eso hizo Falla con El Retablo: ajustó el texto a las necesidades de un género distinto del original. Pero reconocerás que lo hizo bastante mejor...
- Sí, pero lo del primer párrafo es obligado. Mientras que meter esas morcillas ya son ganas de explotar el cuento.
- Qué va. ¿No ves qué intensidad? Oye esto:
"... norte de mis caminos, dulce prenda y estrella de mi ventura..."
- No, no, no. No puede pensar eso. ¿Cómo va a pensar esas filigranas un moribundo encerrado dentro de una coraza de hierro que le está asando el alma bajo el sol? En esas condiciones no prospera ni el delirio. Mejor dicho, sí prospera el delirio, pero lo hace de un modo desarticulado y nebuloso. La idea de una "Dulcinea" puede arder en su bóveda craneal como arde en el cielo el sol que le está matando, pero no tiene ni la energía ni el sentido necesarios para articular el nombre de la mujer amada. Es una situación extrema y el personaje está al borde de la extinción.
- ¿Y qué otra cosa le podría mantener sobre el rocín? Si ni siquiera tiene nombre...
- La obstinación por vivir. Los mecanismos de supervivencia, que son automáticos. Y otros derivados obsesivos de la enfermedad mental que le está llevando a la muerte. De hecho, es el delirio lo que le ha llevado a la situación en que se encuentra, pero, una vez ahí, ni el delirio le queda. Piensa que su relación con el mundo es unilateral. No existe interrelación. No hay intercambio. Está encerrado e incomunicado en el interior de su armadura, en el interior de su infierno personal. Y recuerda que no hablamos de Don Quijote. Estamos construyendo otra ficción distinta. Este es otro personaje. Estamos hablando de un hombre aniquilado y sin horizonte. Un hombre que sólo es temblor y fiebre... No hay sitio para los estándares de Hollywood cuando el cerebro te hierve bajo un yelmo de hierro a cincuenta grados. ¿Es que no lo entiendes? Otra vez el móvil. ¿No lo vas a coger?
- ¿Sí? Ah, hola... Sí... (...) (...) ¿Cómo ha sido? (...) ¿Septicemia? (...) Pero ¿está consciente? (...) ¿Y no te ha reconocido? (...) ¿En qué hospital? (...) Voy para allá.
- ¿Tu padre?"

Este relato ha recibido el primer Premio Relato Breve de El País, Círculo de Bellas Artes y la editorial Alfaguara. El único requisito consistía en que el texto comenzara con las primeras líneas de El Quijote. Lo firma Luis Chacón y ha sido publicado por el diario El País el 27 de Abril de 2012. Me ha gustado mucho, de manera que lo comparto con vosotros.

jueves, 24 de mayo de 2012

Brahms despide la temporada en el Auditorio

¿Qué mejor broche para cerrar la temporada de Ibermúsica en el Auditorio que la 3ª Sinfonía de Brahms? Quizá la 1ª, o la 2ª, o la 4ª. Cuando escucho cualquiera de ellas pienso que esa es la más hermosa, la elegida, hasta que cualquiera de las otras tres me invitan a cambiar de opinión. Qué felicidad escucharla, qué placer. Qué belleza. Javier Pérez Senz nos recuerda en el programa de mano que el compositor se describía a sí mismo, en su madurez, como un ser "libre, contento, pero solitario". Y añade :"La melancolía forma parte de su más sincera expresividad y en su música late un intenso lirismo, a veces escondido tras una agitación tempestuosa, o bañado de la más conmovedora ternura".

Tanto la interpretación de la 3ª de Brahms como del Concierto para violín y orquesta núm. 1 de Shostakovich a cargo de la Gewandhausorchester Leipzig, dirigida por Riccardo Chailly, me parecieron magníficas. Sentí haberme perdido la Sinfonía núm. 4 de Mahler que ofrecieron la tarde anterior. Chailly está sembrado y consigue maravillas de una orquesta por otra parte excelente. No conocía el concierto de Shostakovich y me encantó, en particular el tercer movimiento, de un lirismo y sutileza extraordinarios, interrumpidos, como no podía ser de otra manera tratándose del Auditorio madrileño, por un coro perfectamente sincronizado de toses y carraspeos que alimentan mis más bajos instintos asesinos. El violinista Leonidas Kavakos, excepcional. Y de propina, la Obertura para un festival académico, también de Brahms, me dejó un maravilloso sabor de boca. Me fui feliz.

Aquí la tenéis, la 3ª, por la Filarmónica de Munich dirigida por Celibidache, que tampoco está nada mal.

miércoles, 23 de mayo de 2012

"Bosques" de Abraham Lacalle, en la galería Marlborough

Coincide mi visita a la galería Marlborough con la inauguración de la exposición de Abraham Lacalle y, aunque tengo enormes tentaciones de dar media vuelta y volver cuando se vacíen las salas, hago un esfuerzo y voy sorteando al personal para poder disfrutar de Bosques (así titula Lacalle la muestra) con algo de sosiego. No soporto a la gente que se instala a charlar delante de los cuadros, agarrada a una copa y solo pendiente de cazar al camarero de la bandeja, imposibilitando que los demás podamos ver el cuadro con una cierta perspectiva. Me tienta rogarles que circulen. Me contengo.












Al final logro abstraerme y deambulo entre los Bosques de Lacalle disfrutando de la energía positiva que transmiten sus cuadros. Es la suya una pintura vibrante y colorista, que desprende alegría y desenfado. Pero se trata de una obra seria, bien construida, llena de referencias culturales (literarias, artísticas), que plantea interrogantes que exigen atención.












Una pintura amable con la que se puede convivir. Al margen de los planteamientos metafísicos que el pintor manifiesta en sus entrevistas (podéis leerle en la versión digital de El Cultural de El Mundo), y pese a que algunos cuadros me llevan directamente a Duchamp, me gusta su pintura.



Maria Bethania, "Quem te viu, quem te vê"



martes, 22 de mayo de 2012

Mi biblioteca sentimental

En un ameno reportaje publicado en Babelia, firmado por Juan Cruz y titulado No puedo vivir sin él, en el que da cuenta de los títulos fundamentales para un grupo de escritores españoles, Juan Marsé nos habla de los suyos advirtiendo que no se trata de una selección crítica sino de una relación sentimental. Qué acierto! Mi relación con la literatura ha sido fundamentalmente sentimental. Es cierto que en buena medida ellos, los libros, han determinado mi personalidad, mi escala de valores, mi concepción del mundo, mi sensibilidad, pero me da la impresión de que la vía no ha sido mi intelecto, no muy desarrollado por otra parte, sino mi capacidad de sentir. Llevo unos días dentro de Las uvas de la ira (leo por inmersión), empapada, deslumbrada, conmovida. Zarandea mi estado de ánimo como si fuera una veleta a merced de las palabras de Steinbeck. Vivo sin vivir en mí, transportada a esa América profunda y desdichada. Siento dolor, ira, esperanza, ternura... mataría y reiría con ellos.

Estas "listas de predilectos" que de vez en cuando aparecen en los periódicos me permiten constatar todo lo que no he leído y las maravillas que aún me esperan, si doy por bueno el criterio de los escritores entrevistados. Bien es verdad que no siempre lo hago; me irritan los escritores que se dan pisto eligiendo los títulos más insufribles, esas obras plúmbeas que gozan de incontestable prestigio entre los aspirantes a intelectuales. Aunque también es verdad que no en pocas ocasiones he tenido que desdecirme, y una novela que me había resultado intolerable en el pasado me apasiona si la retomo en un momento más propicio. Pero, de verdad los títulos de cabecera de, por ejemplo, Luis Mateo Díez son La Biblia, el Gilgamés, Edipo en Colona de Sófocles, los Ensayos de Montaigne, Hamlet y, como no podía ser de otra manera, El Quijote? Luego parece bajar del Olimpo y cita La metamorfosis, El extranjero e incluso Vida y destino, de Grossman. Respiro aliviada, él también es mortal.

Qué títulos forman mi biblioteca sentimental? Miro de reojo los estantes de mi librería. Cuáles son mis títulos más queridos, mis autores de cabecera? Todo Coetzee. Dostoiesvski. Herman Hesse, que marcó mi juventud (Demian, El lobo estepario, mis obras míticas). La casa encendida, de Luis Rosales. Benedetti. El abuelo Palancas y Las Rubaiyatas de Horacio Martín, de Félix Grande. Donoso y El obsceno pájaro de la noche. Álvaro Mutis y todas las novelas de Maqroll el Gaviero. El libro del desasosiego, de Pessoa. El amante, de Marguerite Duras. Pedro Páramo. García Márquez. Delibes. Baroja. Philip Roth. Paul Auster. Cumbres borrascosas. Y tantos más. Lolita. Rayuela. La tia Julia y el escribidor. Bartleby. El corazón de las tinieblas. Drácula... Cuando era muy joven y leía todo lo que caía en mis manos recuerdo haber disfrutado con Trafalgar, de Pérez Galdós. También mi deslumbramiento ante El bosque animado, de Fernández Florez, algunas de cuyas historias permanecen grabadas en mi memoria. En la Facultad me obligaron a leer La Celestina y El Quijote y los disfruté. Y recuerdo mi primera novela, La gran aventura de Zulima, de Florencia Arquer. Y Las aventuras de los Cinco. Y todos los cursos en Torres de Malory. Y Celia ... Enid Blyton, Elena Fortún ... No sé parar...


lunes, 21 de mayo de 2012

La fotografía de José Manuel Navia

Descubrí a José Manuel Navia por esta fotografía que reproduce El País Semanal del 29 de abril, encabezando un reportaje sobre la imagen preferida de una serie de fotógrafos. Y Navia elige esta. Se titula Matadero de Iturbe y fue publicada en 1994 dentro de la serie Viaje al sur, una obra creada de la mano de Augusto Roa Bastos. "Es una imagen que me acompaña desde que la hice", confiesa. Y añade, refiriéndose al escritor paraguayo: "Cuando le envié las fotos, tomadas en su pueblo natal y aledaños, me llamó emocionado diciéndome que le había puesto sobre su mesa los personajes y lugares de la novela Contravida que estaba escribiendo en ese momento."











Me encanta su trabajo: es limpio, sin más pretensiones que documentar lo que ve, y ese despojamiento hace sus imágenes más hermosas. A veces basta mostrar la realidad, sin más artificio, para que la belleza estalle y cada imagen ofrezca su historia. ¿Algo más expresivo que estas manos ancianas sosteniendo una foto de su mili?




Fantástica la fotografía de la izquierda. Ese hombre que acaba de colocar el saco sobre el peso, iluminado por el haz de luz que entra por la ventana, ¿no os recuerda un Vermeer? También la luz protagoniza la imagen de la derecha, la luz y las sombras hacia el infinito.





Navia reivindica el tiempo como materia prima de su trabajo, la nostalgia y la melancolía como compañeros, su cualidad de fotógrafo frente a los fotoperiodistas y artistas. Simplemente, un fotógrafo.





sábado, 19 de mayo de 2012

Quino


El Magnificat de Bach en el Auditorio

"Sí, ya llego y te alivio
con mi mirada protectora.
Tu alma que debe vivir
y no morir,
aquí, fuera de este abismo de heridas.
Debes alcanzar la salvación
¡por medio del jugo de las uvas!
¡No, oh no, tú eres elegido!
¡Sí, oh sí, yo te quiero!
¡Arrojad vuestras preocupaciones,
que desaparezca el dolor!
Sí, vengo y te alivio
con mi mirada protectora."

Tarde dedicada a Bach en el Auditorio, de la mano de Masaaki Suzuki y su Bach Collegium Japan. Bach me consuela. Aún recuerdo mi conmoción la última vez que escuché La Pasión según San Mateo en esta misma sala. Soy poco dada a los misticismos y los raptos espirituales me ponen un poco nerviosa, pero si dios existiera esta sería su música.

Los versos con los que abro pertenecen a la Cantata BWV 21 Tuve mucha aflicción, con la que arrancó el concierto. En la segunda parte, un aria para alto de la Cantata BWV 200 Proclamaré mi fe en su nombre y, para cerrar, el Magnificat. Me gustó el coro, pero destacaría el trabajo del tenor James Gilchrist y la soprano Hana Blazíková.

Os dejo con el Magnificat.

viernes, 18 de mayo de 2012

Adiós a Donna Summer



Grandes Barbara Streisand y Donna Summer, inolvidable este No more tears que aún me levanta del sillón y me hace bailar como hace treinta años.

El beso de Catulo



Bésame mil veces, y después otras cien
y de nuevo mil veces, y de nuevo otras cien
y después mil besos más, y otros cien otra vez,
y, cuando miles y miles de veces se cumplan los besos,
no llevemos la cuenta precisa, que no la sepamos,
para que ningún malvado pueda maldecirnos
cuando sepa la cantidad de veces que nos hemos besado.

No recuerdo si fue en 5º o 6º de Bachiller cuando me tocó traducir los maravillosos versos de amor que Catulo (87 a. C.- 57 a. C) dedica a Lesbia. Esta traducción, como podéis imaginar, no es mía: la recoge el blog Letranías y yo, con su permiso, os la traigo a casa junto con El Beso de Brancusi, que hace no mucho pude contemplar en el Guggenheim de Bilbao en una excelente exposición que compartió con Serra y de la que os hablé en su momento.

Da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera, dein secunda centum,
deinde usque altera mille, deinde centum,
dein, cum milia multa fecerimus,
conturbabimus illa, ne sciamus,
aut nequis malus invidere possit,
cum tantum sciat esse basiorum.

"(I Love You) For Sentimental Reasons", Ella Fitzgerald

jueves, 17 de mayo de 2012

Forges

Forges, diario El País, 17 de mayo de 2012

Más sobre Nueva York

Hace unos días os mostraba una selección de fotografías pertenecientes al Archivo Municipal de Nueva York, realizadas en su mayor parte por funcionarios anónimos entre 1850 y 1980, y que la ciudad ha colgado recientemente en su página web. La colección es espectacular y a su enorme valor sociológico e histórico se une su gran calidad artística. Creo que merece la pena mostraros algunas de las que más me han gustado y que en la entrada anterior se quedaron en el tintero.












Las cerca de 900.000 imágenes a las que ahora podemos acceder abordan distintos temas, todos ellos relacionados con la ciudad de los rascacielos, desde la construcción de sus edificios y puentes más emblemáticos hasta escenas de la vida cotidiana; desde los retratos de las fichas policiales de célebres delincuentes o cadáveres de víctimas de la mafia a calles y locales comerciales.













La fotografía con la que abro fue realizada por la policía de Nueva York en enero de 1916. Estamos en un edificio de la 404 Este con la 54, y el cadáver pertenece a José Kellner, asesinado. La siguiente es una de las que más me gustan, una de las más sorprendentes. ¿Qué interés movería al funcionario por retratar esta escena completamente trivial, unas niñas jugando en la calle 28 Este con la Segunda, en la primavera de 1931? O la fotografía de su derecha, un puesto del mercado captado en el verano de 1937 en  Bleeker Street.











Eugene de Salignac firma la imagen de los niños vendedores de periódicos en Delancey Street, 
en el invierno de 1906. Desoladora fotografía. A su derecha una de las imágenes más espectaculares de 
la colección, fruto del objetivo de Salignac, un grupo de pintores de los tensores del puente de Brooklyn
en 1914, quizá alguno de ellos protagoniza la que vemos sobre estas líneas un año después. A la derecha,
espléndido retrato de un trabajador del puente, realizada por Salignac en 1928. Y cierro con otra imagen  
del mismo fotógrafo, esta vez  Queensboro Bridge, en 1910.