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miércoles, 29 de febrero de 2012

LPO, una cuestión de ahorro.


NUEVO AHORRO (Agencia REÍTER, 29)
Al mediodía se comunicarán las nuevas propuestas ministeriales encaminadas al ahorro de combustible que, al mismo tiempo, servirán para frenar la extinción de una de nuestras más familiares especies autóctonas.

La realidad según LPO.

The Muppets: "Man Or Muppet"



Esta es la canción que ganó el Óscar este año.

"La socialdemocracia perdida, otra vez", por Antonio Cazorla


(...)

La socialdemocracia de hoy, como el laborismo resignado de MacDonald, ha abrazado la ortodoxia para combatir la crisis. Como explicación / justificación a menudo se dice que los supuestamente neutrales "mercados" han ganado a la política, a toda la política. No es verdad. Los que han ganado son la derecha pura y dura y el capital especulativo. Los "mercados" -o más bien las agencias de calificación, la City, Wall Street, los hedge funds y otros- no se han lanzado a aniquilar a los Gobiernos que los han tratado tan bien, a base de salvarlos de la ruina, no pedirles responsabilidades, darles impunidad para seguir haciendo daño y beneficios fiscales. Los "mercados" no han atacado a los Gobiernos de Cameron u Obama, a pesar de sus déficits abultados, muy altos niveles de deuda y la impresión masiva de moneda. Les han pedido y obtenido más, eso es todo. Los "mercados" no han ganado a la "política", sino a las políticas progresistas.

Lo malo es que la socialdemocracia europea les ha ayudado mucho. Porque a ella y a lo que quede de la democracia-cristiana reformista (los impulsores del milagro económico y social de posguerra) les han fallado la memoria y los reflejos desde mucho antes de que la crisis estallara. Desde los años noventa, dejaron de reflexionar seriamente sobre en qué beneficiaban a la sociedad y a la economía real la desregulación por la desregulación, la moneda única, que el sector financiero aumentase porcentualmente varias veces por encima del crecimiento de la economía real, y, especialmente en España, la especulación inmobiliaria (que los Gobiernos y alcaldes de izquierdas apoyaban tanto como los de derechas). Para colmo, dejaron que se diseñase a la Unión Europea cada vez más a partir de los intereses del dinero que de los del conjunto de la sociedad, confundiendo a "más Europa" con una Europa más progresista. Ahí está para probarlo, por ejemplo, cómo se ha decidido que funcione el Banco Central Europeo.

Cegada por las estadísticas del PIB en los años de bonanza, la socialdemocracia se olvidó de que el crecimiento sólido y armónico, no el espectacular-especulativo, y la participación en condiciones de igualdad de los agentes sociales, son los que crean estabilidad económica y capital social; en suma, los que garantiza el verdadero progreso. En cierto modo, la socialdemocracia abrazó una caricatura de la Tercera Vía: riqueza para todos a base de crecer mucho sin mirar muy bien de dónde venía esa riqueza ni adónde iban los valores sociales. Sus políticas se basaron a menudo en dejar que la riada del crecimiento por el crecimiento, a menudo especulativo, nos fecundase, como el Nilo de los faraones, a todos. Se crearon o se improvisaron programas sociales financiados con dinero fácil y barato, pero dentro de un trato que implicaba permitir que el capital fuese libre para saltar fronteras y regulaciones. En el proceso, las reglas de juego establecidas en la posguerra europea se tornaron contra los productores -empresarios y trabajadores- que no cruzamos fronteras como el dinero sino que vivimos en una casa, en una familia y en una comunidad. En suma, la izquierda gobernó usando una tarjeta de crédito prestada por los "mercados", cuya cuenta, inflada por los intereses, pagamos ahora.

Lo malo es que no tenía que haber sido así, porque ya sabía la socialdemocracia que esto podía suceder, y cómo evitarlo. Mucho de lo que estamos viviendo ya pasó durante la Gran Depresión. Entonces y ahora, los desequilibrios financieros y la especulación causaron la crisis; y la derecha la administró, en beneficio del capital, mientras que la izquierda no sabía qué hacer. Los socialdemócratas de entreguerras se negaron a desafiar la ortodoxia económica que precisamente trajo la crisis primero y luego causó que esta se extendiese y se acentuara. El resultado fue que, en los años treinta, la socialdemocracia casi desapareció del mapa (como hoy está en la oposición en casi todos los países de Europa) atrapada entre el miedo a los mercados y la falta de alternativas creíbles. En Reino Unido, por ejemplo, el único político laborista de peso que desafió a la ortodoxia económica fue Oswald Mosley (ignorado, acabó fundando la British Union of Fascists). La excepción a este panorama desolador, para la sociedad y para la democracia, fue Suecia, donde los socialistas adoptaron políticas que luego se conocerán como keynesianas. Lamentablemente, el valor y la imaginación de los socialdemócratas suecos, que les valió estar en el poder durante décadas, contrasta con la amnesia autodestructiva de los socialdemócratas europeos de hoy, y, por supuesto, los españoles, que hace unos meses expulsaron a Keynes de nuestra Constitución.

(...)

Extracto de un artículo firmado por Antonio Cazorla Sánchez publicado en el diario El País el 30 de enero de 2012. Cazorla es catedrático de Historia de Europa en la Trent University, en Canadá. No he encontrado en la red una fotografía suya, así que he optado por esta espléndida caricatura de Keynes realizada por LPO.

martes, 28 de febrero de 2012

"Camerinos", de Sergio Parra


En la plaza de Santa Ana, delante del Teatro Español donde se representa Follies (de la que os he hablado en una entrada anterior), me encuentro con la exposición Camerinos, un proyecto del fotógrafo Sergio Parra que a lo largo de 12 años ha compuesto una colección de retratos de actores realizados en sus camerinos, mientras se preparaban para salir a escena. Imágenes sin trampa ni cartón, sin preparación previa ni posado, que nos permite atisbar la intimidad de los actores, ese momento mágico en el que se transforma en personaje.

















En la presentación de la muestra, que además de exhibirse en la plaza se puede contemplar en las salas del teatro, se informa de que " todas las fotografías se han tomado minutos antes de la representación, en la intimidad del camerino, mientras el intérprete se maquilla y concentra. Realizadas en distintos teatros españoles, nunca se han modificado las condiciones de los camerinos, ni la luz, ni la distribución de los objetos, ni se ha hecho ningún retoque en la piel de los retratados, respetando el reflejo de las tablas en el rostro de cada uno."
















Me resulta tan fascinante el mundo de los actores que me ha encantado esta intromisión en su intimidad, esta cualidad de voyeur que Parra nos brinda.
















Nuria Espert, Ana Belén, Berta Riaza, Blaca Portillo, Vicky Peña, José Luis Gómez, Maribel Verdú. Si os pasáis por la plaza de Santa Ana o por el Español veréis pasar ante vuestros ojos a varios de los mejores actores de la escena española e internacional. Un conjunto de excelentes retratos.


"Los descendientes", una película de Alexander Payne


Como en otras ocasiones, cuando se trata de películas que llegan precedidas de premios y alabanzas, voy al cine expectante y predispuesta al disfrute. Y salgo decepcionada. Los descendientes es una película entretenida, punto. La actuación de Clooney, correcta, nada más, muy lejos del excelente trabajo de Brad Pitt, otro guapísimo, en El árbol de la vida. Se supone que estoy viendo un drama, una historia terrible que debería conmoverme. Pues no siento nada más que curiosidad por saber a dónde nos conducirá la peripecia, en ningún momento me conmueve la tragedia que se supone están viviendo los personajes. No consigo implicarme, todo me resulta ajeno. No logro creerme a Clooney. Eso sí, me entusiasma su voz.

Os dejo el trailer.

lunes, 27 de febrero de 2012

Los tesoros del Hermitage, en el Museo del Prado


Tenemos tan pocas oportunidades de ver obras de Caravaggio en Madrid que, aunque solo fuera por contemplar esta maravilla, El tañedor de laúd, merecería la pena visitar El Hermitage en el Prado. Caravaggio, pendenciero, vividor, violento, el Caravaggio que elegía a sus modelos entre lo más arrastrado de la ciudad, nos dejó una obra excelsa, tan fieramente humana, que diría Blas de Otero, incomparable. Este tañedor de laúd es una belleza. Algunos historiadores del arte le dan una interpretación religiosa, aunque yo me inclino más por la teoría que apunta hacia un elogio de la vida, los placeres y la belleza. La joven sensualidad del tañedor, con la mirada melancólica y los labios entreabiertos; el madrigal que interpreta, perfectamente identificable en la partitura ( se trata de dos madrigales del compositor flamenco Jacques Arcadelt, Voi sapete ch'io v'amo anzi v'adoro y Chi potra dir quanta dolcezza provo); las flores y las frutas, todo en el cuadro evoca armonía y sensualidad.

















Pero, como os podéis imaginar, la exposición nos ofrece muchísimas maravillas, tantas que después de tres horas recorriendo las salas siento que necesito una nueva visita para degustar despacio algunos cuadros. Como me pasa siempre que intento hablaros de una muestra de esta magnitud, tengo que hacer un esfuerzo por elegir solo un puñado de obras, apartando otras igualmente excepcionales. Siempre me fascinó la figura de San Sebastián como tema pictórico. Aquí le tenemos representado por Tiziano, una obra inacabada (fijaos que la pierna y el pie derecho estás poco más que abocetados) pero de enorme fuerza expresiva. Emerge la figura de la oscuridad, iluminada por la luz del atardecer y las llamas de una hoguera. Según los expertos, Tiziano se inspiró en el Apolo de Belvedere para pintar el cuerpo y en uno de los hijos del grupo del Laoconte para el rostro. A la derecha San Pedro y San Pablo, de El Greco, un espléndido cuadro en el que el pintor define la personalidad de los dos santos: Pedro más humilde y bondadoso, en segundo término, frente a un Pablo más severo y soberbio. Es posible que los rasgos de este último sean los del propio pintor, que a lo largo de los años reprodujo en varias de sus pinturas. Le vemos en El entierro del conde de Orgaz (el octavo rostro por la derecha) y en el Retrato de un hombre.

















La influencia de Caravaggio en Velázquez se refleja perfectamente en esta obra de juventud del pintor español, El almuerzo, en el que vemos a un anciano caballero, un joven y un niño ante un modesto almuerzo. Es muy probable que Velázquez pintara este cuadro mientras era aprendiz en el taller del que luego sería su suegro, el pintor sevillano Francisco Pacheco, que nos ha dejado referencia escrita sobre el niño del lienzo, el mismo que aparecerá más adelante, ya algo mayor, en Los tres músicos, La vieja friendo huevos y El aguador de Sevilla: "Diego Velásques de Silva, siendo muchacho (...) tenía cohechado un aldeanillo aprendiz, que le servía de modelo en diversas acciones y posturas, ya llorando, ya riendo, sin perdonar dificultad alguna". A la derecha otra obra maestra, San Sebastián curado por las santas mujeres, de José de Ribera. Una vez más vemos la enorme influencia de Caravaggio tanto en la composición del cuadro como en la utilización del claroscuro. Resalta el cuerpo del joven en actitud desmayada y la belleza del rostro de Santa Irene, inclinada sobre él, colocando un ungüento en la herida del costado. Me fascina este cuadro: el brazo colgando inerte, el gesto de la mano, el abandono de la cabeza, la luminosidad de su piel. Una belleza.















Dos tesoros más: extraordinarios estos dos cuadros de Rembrandt, desconocidos para mi. A la izquierda, Retrato de un estudioso, en el que aparece el joven estudiante sorprendido mientras escribía, recién levantada la cabeza de su labor, la boca entreabierta y la mirada fija en quién acaba de llamar su atención. Fijaos en las manos, la naturalidad con la que una sostiene la pluma y la otra, más flácida, descansa apoyada en la cuartilla. Y esa luz sobre su rostro, la luz de Rembrandt, inconfundible, también en el cuadro de la derecha, Caída de Hamán (Hamán recibe la orden de honrar a Mardoqueo), un óleo magnífico en el que se impone la figura del visir en primer término. Los expertos no llegan a un acuerdo sobre el significado del cuadro. Según una teoría, representa a Urías, condenado a muerte por el rey David. Otras apuntan al momento en el que Hamán recibe la orden de honrar a Mardoqueo, personaje judío de la Biblia. En cualquier caso la escena está cargada de dramatismo, el visir con la cabeza baja y el gesto de la mano sobre el pecho parece acatar su suerte con resignada grandeza, al igual que el personaje de la derecha, ambos investidos de dignidad, frente a la expresión de tristeza del anciano. Me impresionó la fuerza expresiva de este cuadro verdaderamente extraordinario.


















Gabriel Metsu reproduce en su lienzo La visita del médico uno de los temas más populares de la década de los sesenta del siglo XVIII en Holanda, el mal de amores. Aquí tenemos a una joven aquejada de melancolía amorosa. Sus ropajes y los muebles de su alcoba nos hablan de una familia de la alta burguesía. Junto a ella el médico, vestido de negro, parece observar a contraluz un recipiente, muy probablemente con orina de la enferma, mientras que a su lado una anciana criada espera su diagnóstico. Y a la derecha una maravillosa terracota, El éxtasis de Santa Teresa, uno de los modelos finales realizados por Gian Lorenzo Bernini como boceto para la elaboración posterior de la escultura en mármol que se encuentra en la iglesia de Santa Maria della Vittoria, en Roma. Reproduce el momento en el que el ángel clava su dardo en el corazón de la santa, conduciéndola al éxtasis de amor divino descrito por la propia Teresa de Ávila. Es una pieza pequeña de bellísima factura que me hubiera traído a mi casa feliz. Pero no se acaban aquí los tesoros de la exposición. En otra entrada, más.

domingo, 26 de febrero de 2012

Joe Bonamassa live in concert, en Madrid


Impresionante concierto el de Joe Bonamassa y su banda el día 23 en el Palacio Municipal de Congresos. Dos horas de excelente música a cargo de cuatro grandes del blues, con Bonamassa a la cabeza. Dos horas bailando sentada en mi butaca, encantada. La maestría con la guitarra, a la que arranca sonidos increíbles; la voz, a veces susurrante, acariciando las notas, otras desgarrándose pero siempre entregada; me entusiasmó con el mimo con el que trata el blues, música sagrada para mi. Qué disfrute. Elegantísimo Bonamassa.

Os dejo con un maravilloso blues, en un momento del concierto.


Tapies en ARCO


Era de esperar que ARCO homenajeara a Tapies, recientemente fallecido, pero me encantó el modo en que decidió hacerlo. Junto a un habitáculo donde se podía ver el vídeo de una entrevista realizada al artista, en el que habla de su concepto de la pintura y de su trayectoria artística ( un grupo de jóvenes se mantienen atentos a sus palabras), se ofrecen folios donde cada cual puede dejar testimonio de su opinión sobre el pintor. Algunos utilizan el papel para hacer una suerte de collages, emulando su obra. Otros dibujan, o le dejan mensajes. Os dejo una pequeña muestra.

























El cuadro con el que abro el comentario se expone en la galería de Soledad Lorenzo.

sábado, 25 de febrero de 2012

"El día después del bombardeo", por José Ignacio Torreblanca


"¿Qué dirá el comunicado que emane de Bruselas el día después del bombardeo israelí a Irán?¿”Lamentará”? ¿“Deplorará”? ¿”Notará con preocupación”? No sabemos si tal comunicado está ya redactado, seguramente no, pero tal y como van las cosas, sería absurdo no ir preparándolo. Con todo, la experiencia nos dice que la redacción no será el mayor de los problemas: la Unión Europea es especialista en encontrar el lenguaje adecuado para que todos los estados puedan firmar una declaración, da igual cual sea el tema. Mal que bien, el alambique funcionará y, como es su obligación, producirá una alambicada declaración.

La única intriga es cuánto se desviarán los ministerios de exteriores nacionales de ese comunicado de Bruselas. Haciendo honor a la diversidad de visiones que sobre Israel tienen los Estados miembros de la UE, cada capital podrá jugar con los matices: unos comunicados barrerán hacia Israel y otros se mostrarán menos comprensivos. Seguir esos matices será interesante: Reino Unido lamentará el uso de la fuerza pero rápidamente volcará toda la responsabilidad sobre Irán; Alemania hará malabarismos para compensar su acendrado pacifismo y respeto por la legalidad internacional con su incapacidad estructural para criticar Israel; Francia intentará equilibrar su visión tradicionalmente crítica con Israel con su alineamiento estratégico con Occidente. Sumados los 27 puntos de vista, es bastante fácil anticipar que unas posiciones cancelarán a las otras y que todo quede en nada o muy poco.

El bombardeo, de producirse, supondrá una clara violación de la legalidad internacional por parte israelí pero es difícil que la UE se una para sancionar a Israel, máxime si hay represalias iraníes que afecten a los europeos, económica o militarmente, obligándoles a intervenir y tomar partido en la crisis que se abrirá posteriormente. En el peor de los casos, los europeos podrían verse obligados a intervenir militarmente para preservar la seguridad de la navegación en el Estrecho de Ormuz. Pero sin ir tan lejos, las consecuencias económicas serían por sí solas bastante graves pues un repunte de los precios del petróleo y de la inseguridad económica no es precisamente lo que necesitan las maltrechas economías europeas. En cualquiera de los casos, Europa aparecerá como un actor marginal e irrelevante, un actor que, una vez más, se verá obligado a gestionar las consecuencia de las decisiones adoptadas por otros, sin haber podido influir de antemano en ellas.

La discusión sobre el día después debe servir para pensar en el día antes. El bombardeo de Irán por parte de Israel representará un fracaso de primera magnitud. Ese fracaso es un tren que todo el mundo en Europa ve venir pero sobre el que nadie sabe, puede o se atreve a hacer mucho. En la mayoría de las capitales europeas se tiene la sensación de que Israel está manipulando muy efectivamente la situación para que aceptemos el bombardeo como inevitable. Se percibe, con toda claridad, que el camino que Israel quiere emprender es completamente contradictorio con la estrategia que hemos puesto en marcha, consistente en incrementar las sanciones y la presión diplomática sobre Irán. Pero como en 2003, cuando algunos decidieron unilateralmente y de antemano que las sanciones a Irak no funcionarían, tenemos dos juegos funcionando en paralelo: por un lado, el camino incompleto, incierto y sin garantía de éxito de la sanciones, las inspecciones y la legalidad internacional; por otro, el mucho más arriesgado, ilegal e igualmente incierto recurso al uso de la fuerza. Como en 2003, estos dos lenguajes no están integrados: el uso de la fuerza (o la amenaza de su uso) no representa un eslabón más del proceso negociador. Irán sabe perfectamente que este Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con Rusia y China con derecho de veto, nunca aprobará una acción militar contra ella, incluso aunque las sanciones fallen. Por esa misma razón, los europeos, aunque hemos progresado mucho y hemos logrado unirnos para llevar a cabo una nueva ronda de sanciones, sabemos de antemano (aunque no lo decimos) que las sanciones no serán efectivas: harán daño, pero no forzarán al régimen iraní a abandonar su programa nuclear. Eso explica la percepción, casi unánime, de que el camino de la diplomacia, aunque no esté cerrado, será inútil, lo que a su vez es precisamente lo que necesita Israel para justificar su bombardeo. Y como no logramos romper ese círculo vicioso vivimos ya en el día después de haber sido arrastrados a una guerra que no pudimos evitar. Irán, nos dice Israel, está entrando en la “zona de inmunidad”. Con ese argumento, mientras tanto, Israel se sitúa en la zona de impunidad."


Ojalá me equivoque, ojalá, pero creo que vivimos una situación prebélica cuyos prolegómenos José Ignacio Torreblanca analiza con enorme lucidez en este artículo, aparecido en el diario El País, el 24 de febrero. Históricamente, crisis del calado y la complejidad de la que estamos viviendo han derivado en una guerra, y la espita, o la excusa, la tenemos en el enfrentamiento iranoisraelí. Y la vieja Europa, mirándose el ombligo.

El Roto

El Roto, diario El País, 24 de febrero de 2012

viernes, 24 de febrero de 2012

Forges


Forges, diario El País, 24 de febrero de 2012. Aunque rendirse, nunca.

Elsa López, "Mi calle"


Mi calle

Mi calle es como un río que crece y se desborda
y luego canaliza mi dolor por su cauce.
Es de aguas transparentes
y luego se transforma en añil horizonte
y desemboca en púrpura la ciudad y sus puertas.

Mi calle es como un río por el que tú naufragas.

La Academy of St. Martin in the Fields, en el Auditorio


La Academy of St. Martin in the Fields, una de las orquestas de cámara más prestigiosas del mundo, tenía preparado para la tarde del martes en el Auditorio madrileño un programa muy sugerente, comenzando por la Obertura: Liska(la bruja de Gyllensteen), de Ferdinand Ries, y continuando con el Concierto para piano y orquesta núm. 2 de Beethoven, con Murray Perahia como solista y la Sonata para piano en do mayor, "Gran duo" de Schubert para finalizar, pero la repentina enfermedad del solista obligó a cambiar el repertorio a última hora. Beethoven y Schubert fueron sustituidos por Mozart y Haydn: las Sinfonías núm 29 y 25 del primero y la 44 del segundo. Siempre es un placer escuchar a Mozart, aunque ya os he comentado varias veces que no es el compositor que más me llega al corazón. Sin embargo su indiscutible belleza me relaja y le escucho siempre con una sonrisa en los labios. Algo parecido me ocurre con Haydn. Disfruté enormemente de esta preciosa sinfonía, con la que os dejo.


jueves, 23 de febrero de 2012

"Follies"


Empezaré por el final: si tenéis oportunidad, no dejéis pasar Follies, haced lo imposible por conseguir una entrada y os garantizo que presenciaréis un gran espectáculo y disfrutaréis de casi tres horas fantásticas. Todo me ha gustado en Follies: la puesta en escena, el decorado, la orquesta, el cuerpo de baile, la excelente dirección de Mario Gas y la categoría de los actores que no solo cantan y bailan, sino que bordan sus papeles.










El musical evoca el mundo de la revista desde los años 20 a los 70 del pasado siglo, planteándose como un homenaje al mundo de las coristas de las Ziegfeld Follies, espectáculo de variedades que triunfó en Nueva York entre 1907 y 1940. La historia es la siguiente: un día antes de que un legendario teatro de variedades neoyorquino sea derruido para construir un garaje, Dimitri Weissmann (Mario Gas) convoca a una fiesta a un grupo de amigos entre los que se encuentran las coristas y los personajes que las rodeaban durante sus años de esplendor. A partir de aquí resulta fascinante la manera en que Gas les hace moverse en un escenario en el que siempre está pasando algo, el enorme encanto de los números musicales (resulta incalificable escuchar cantar y ver bailar a Asunción Balaguer, que se llevó los más cariñosos y admirativos aplausos del público) y el modo como articula el presente y el pasado en evocadores flash-back.













El reparto está encabezado por Carlos Hipólito y Vicky Peña, dos espléndidos actores que además bailan y cantan (preciosa voz la de Carlos Hipólito), y por Muntsa Rius y Pep Molina, que bordan sus papeles. Además, Massiel (es increíble lo que, bien dirigida, da de sí), Linda Mirabal, Teresa Vallicrosa, Mónica López y Asunción Balaguer.

Os dejo un vídeo con algunos momentos de show, para abrir boca.

miércoles, 22 de febrero de 2012

"Birdboy", Goya al mejor corto de animación



Este es el precioso corto que ha recibido el Goya al mejor corto de animación.

La clemenza di Tito, de Mozart, en el Real


La clemenza di Tito no es de las óperas más aplaudidas de Mozart, incluso aún se discute su aportación, ya que algunos sostiene que recayó en sus discípulos buena parte de los recitativos. Yo no la había visto nunca representada y aunque es verdad que no formará parte de los espectáculos inolvidables, lo cierto es que la disfruté. Plantea un tema filosóficamente interesante: los límites del poder, la búsqueda del respeto a través de la autoridad o de la comprensión y la clemencia. Me gustó el trabajo no solo vocal sino también actoral de Tito (Yann Beuron), traicionado por sus amigos, abandonado a la soledad del poder, debatiéndose ante la exigencia de venganza que demanda su calidad de César y la tendencia al perdón de su corazón. Me gustó Amanda Majeski como Vittelia y María Savastano como Servilia, y no me entusiasmó Kate Aldrich en el papel de Sesto. Cortita voz, una pena. La ópera tiene algún dueto muy bonito, que lo limitado de las voces dejó en la mitad. Me gustó el montaje de Ursel y Karl-Ernst Herrmann, una escenografía de 1982 que aún funciona.

Os dejo con un fragmento.

martes, 21 de febrero de 2012

Alguna cosa sobre ARCO


¿Cómo se explica que la entrada a ARCO cueste 40 euros (¡40 euros, un robo a mano armada!) y en plena crisis el sábado por la mañana no cupiera un alfiler en el recinto ferial? Familias con niños, mucha gente joven, parejas de mediana edad. Un artista explicaba a su acompañante la dificultad en lograr determinada textura en una fotografía; siempre hay alguien que se maravilla ante una cabeza de Gargallo, un óleo de Miró o una pieza de Ai Weiwei. Recuerdo un artículo de Antonio Muñoz Molina en el que celebraba el interés de los españoles por la cultura, recordando las colas ante las puertas de los museos, el "no hay entradas" en las taquillas de los teatros, las salas de conferencias a rebosar cuando se convoca a un primera fila de las letras. Ante la multitud que se concentró este sábado en ARCO no encuentro otra explicación.














Durante cinco horas recorrí un buen número de galerías de todas las nacionalidades, deteniéndome ante cada obra que llamaba mi atención, y encontré muchas cosas interesantes y algunas maravillas. En la galería Krinzinger, de Viena, me llamó la atención el cuadro de la izquierda, del alemán Frank Thiel; el bronce de la derecha me impactó, una obra de Atelier van Lieshout titulada Swing. Colgados del mismo árbol, un columpio en el que se sienta una niña, y un ahorcado.













En IvoryPress unas preciosas fotografías de Matthias Schaller que no puedo mostraros porque mis reproducciones están llenas de reflejos y no las hacen justicia (por cierto, pregunté el precio, 14.000 euros, me parece una cantidad desorbitada, debo estar fuera de onda); la escultura de Ai Weiwei que veis a la izquierda; y la instalación de Los Carpinteros a la derecha, que llamó mucho la atención y que yo no acabo de entender.














Despertó mucha expectación esta instalación de Gabriel Lester en la que una cinta en movimiento va componiendo sobre la superficie de la mesa edificios, árboles, personas, un paisaje urbano cuyas sombras se reflejan en la pared. Una sensación vagamente inquietante.














Me interesa cada vez más la fotografía, y en ARCO he visto trabajos espléndidos. Es una lástima que no podáis disfrutar de las texturas de estas dos obras firmadas por el artista alemán Walter Schels. También me gustaron los trabajos de Mabel Palacín, abajo a la izquierda, y Pep Agut, expuestos en la galería Angels Barcelona.














Y siguiendo con la fotografía, me interesó la obra de Gabriele Basilico, presentada por la galería Oliva Arauna, de Madrid con la que cierro este comentario. Es una lástima que no utilicen cristales antirreflectantes para enmarcar las fotos. Siento no poder ofreceros algo mejor. En una próxima entrada os contaré más.